jueves, 31 de marzo de 2011

El proceso creativo. Diario de un asesino. (1)

Si te golpeo, te va a doler y mucho, pero a la semana el dolor se irá y en algunos meses se borraran las cicatrices, si te corto un brazo o una pierna te va a doler mas y el sufrimiento nunca se irá porque cada vez que notes que te falta alguna extremidad te acordarás de este día y sentirás el mismo dolor, así que tu escoges: pierna o brazo…

Oh! Perdón no puedes hablar entonces te cortaré los dos.

Te ofrezco una disculpa, no me traje mi serrucho, pero tengo un martillo ¿Te importa si te golpeo poco a poco tu brazo y pierna hasta que se desprendan?

Prometo que no se me vuelve a olvidar, ya sabes , con tantas cosas que hay que hacer hoy en esta ciudad tan ajetreada se me pasan las cosas importantes.

Te voy a quitar la venda de los ojos, quiero que veas cuadro por cuadro el transcurso del martillo hacia tu cuerpo, es bueno ver todo a detalle, uno nunca sabe si de la noche a la mañana se queda ciego, si quieres te guardo un poco de sangre en un frasco de cristal para que observes como con el tiempo la sangre cobra una tonalidad café oscuro muy parecida a la mierda que traes en tu pantalón.

Me dio hambre, ire por algo de comer, te dejo mi celular, las llaves de la casa y carro por si quieres salir, un poco de dinero y ropa limpia, regreso pronto…

¡Mira nada mas como tienes las manos hombre! Todas raspadas ¡Oh! Y te quebraste las muñecas ¿Y ni así pudiste zafarte las esposas? Que tontito eres y eso que me tarde cinco días, por cierto has de estar muerto de hambre, te voy a cortar los dedos y te los guisare con mantequilla vegetal, primero será uno solo, si no te lo comes te cortaré el siguiente y así sucesivamente, ¿entendido?

Con la parte trasera del martillo fui golpeando el dedo pulgar de la mano derecha, admito nunca haber sentido tanto placer en mi vida entera, no quería que terminara nunca los jadeos y las lagrimas de el se convertían en llanto y sonrisas en todo mi ser, es difícil de explicar, parecido al efecto de la heroína solo que mejor porque todo el tiempo estuve consiente. Con una venda aplique un torniquete en lo que quedó del dedo... enseguida prendí el sartén y coloqué solo un poco de mantequilla, ajo y cebolla, enseguida eche el dedo… ese olor era tan adictivo que le resé a Dios para que no se lo fuera comer y así poder repetir la acción una y otra vez hasta dejarlo sin dedos.

Esperé que oscureciera totalmente para hacer una cena romántica y formal, lo senté justo a mi lado y le serví una copa de vino tinto y ensalada cesar, un bocado yo , otro el… era tan raro tener que darle de comer en la boca que por un momento recordé cuando mamá lo hacia con migo.

¿Sabes? Te quiero como a un hijo, por eso me preocupo por ti, te quitare las esposas porque te están lastimando, en su lugar colocare una soga de algodón y te untare crema con sábila, pero antes el plato fuerte , espérame un segundo.

Regresé, el dedo es muy pequeño, no nos llenaremos, por eso traje algo de pan y puré de papa.

No se me antojó el dedo ¿No te cortabas las uñas cierto? Mejor comete tu todo, te hace mas falta.

Es la primera vez que me lo escupes, la tercera será la vencida…

Y así hubo una tercera vez, tuve que meter el dedo en la nevera para que no se echara a perder. Ya era tarde así que lo dejé por la paz y fui a dormir.

Por la mañana y sin preguntar (aun estando dormido mi querido) le di un martillazo…

Continuará…

No hay comentarios: